03 agosto 2007

El VIH/Sida y la Iglesia


Hace un par de días fue lanzada oficialmente la IX Campaña nacional de Prevención del Sida, patrocinada por el Ministerio de Salud (Minsal), AsoSida y Vivo Positivo. Se trata de una serie de sopts radiales y audiovisuales, tal como se ha hecho en ocasiones anteriores (la única diferencia es que, esta vez, no hay propaganda en la vía pública). En esa ocasión, el eslogan esocigido para hacer frente a esta grave situación de contagio en Chile es "YO DECIDO, Y ME CUIDO SIEMPRE".
En general, se trata de spots donde aparecen imágenes cotidianas de gente joven, conversando de manera directa sobre el VIH/Sida. El lenguaje es directo y el mensaje mucho más: usa condón. Como era de esperarse (porque el asunto hay que abordarlo también desde su génesis y no solamente a partir del acto sexual), también hay alusiones a la pareja única y a la abstinencia. ¡Bien por eso!

Si los jóvenes no son conscientes de lo que puede ocurrir si tienen relaciones sexuales sin protección con una pareja no-estable, es labor del Estado estar constantemente advirtiéndole, aunque se le acuse de ser un Padre Controlador (o un ´monstruo´, cual Leviatán). Ya sabemos que estamos acostumbrados a que alguien vele por nosotros. Somos cómodos y, muchas veces, con poca motivación propia a la hora de actuar (o, en este caso, "de no actuar" irresponsablemente).

Hasta acá, todo bien. Sin embargo, ya salió a ´dar la pelea´ la incorruptible (?) Iglesia católica, oponiéndose a la camñana y a todo lo relacionado con el uso del condón para evitar el contagio de Enfermedades de Trasmisión Sexual (ETS) y los embarazos no deseados -pero esto es harina de otro costal-. Por ejemplo, Canal 13 y Mega (dos medios abiertamente considerados ´conservadores´ y ligados a la Religión) no pasarán los spots. ¿Exceso de radicalismo -o influencia celestial- o poca consciencia social?

El obispo auxiliar de Santiago, y presidente de la Comisión Nacional de Bioética de la Conferencia Episcopal, Fernando Chomalí, señaló que insistir en el uso del condón "es ineficaz (1), contraproducente (2) y éticamente reprobable (3). El gobierno pone más confianza en un pedazo de látex que en el cambio de conducta de los jóvenes (4) y abdica de su tarea formativa. Es triste que se les diga a los jóvenes que tienen que protegerse los unos de los otros (5). La desconfianza no es la forma de generar conductas positivas, sino que el reconocimiento del valor y la dignidad de la persona humana (6)", criticó.
Frente a eso, reflexiono:

(1) ¿Ineficaz? ¿Qué quiere decir con esto? ¿Que el condón no sirve para evitar el contacto de los fluidos genitales? Si eso quiso decir, me parece una opinión en exceso ignorante. Todos los que trabajamos en escenarios donde debemos hacer investigación sobre los anticonceptivos de este tipo, sabemos que es el método más seguro y que, estadísticamente hablando, es absolutamente eficaz para prevenir el contagio del VIH/Sida.


(2) ¿Contraproducente? ¿Qué efectos podría tener en una persona el uso del preservativo? ¿No es, acaso, más contraproducente que la Iglesia siga oponiéndose tan férreamente a situaciones que, a vista de todas las personas relativamente conscientes, estan ocurriendo día tras día?


(3) Esto de hablar de conductas "éticamente reprobables" me causa mucha gracia. De partida, porque la ética es un asunto de cada quien -nadie puede imponer los preceptos, sobre todo cuando se habla de sexualidad- y, segundo, porque... ¿¡Con qué cara la Iglesia nos habla de ética!? Basta tan solo con recordar todas las obscenidades que ha cometido a lo largo de la historia, y en el último tiempo (nuestro tiempo. Porque, ¿para qué hablar de la Inquisición? ¿No es eso muy añejo?): curas pedófilos, acusados de abusos deshonestos, sacerdotes que lucran con la fe... Siempre he considerado que el ´tejado de vidrio´ es un excelente argumento para quedarse callado.

(4) No sé si habría que ser tan pretencioso a la hora de esperar un cambio de conducta. Cada uno cuenta con la información necesaria para saber qué pasa si se usa o no el condón. Además, no son cosas excluyentes: usar ´un pedazo de látex´ y propiciar otros valores pueden ser perfectamente realizados en paralelo.
(5) y (6) Y es triste que los curas no sean capaces de abogar por la dignidad e integrdidad de las personas. ¿Cómo pueden saber ellos qué es lo que está pasando? ¿Van a fiestas? ¿Conocen a gente por Internet? ¡Si ni siquiera tienen sexo! (o, por lo menos, no deberían). ¿Por qué hablan de algo a lo que sólo se acercan ´en teoría´? Lamentablemente, el tema de la desconfianza es un factor a la hora de mantener relaciones sexuales con un(a) desconocido(a). ¿O quieren que, en esa instancia, comience el diálogo, para fomentar el amor, la familia y los valores supremos? ¡Por favor!, hay que ser prácticos y realistas si queremos que las personas no se contagien.

Esto no es un ataque contra la Iglesia. Simplemente, me desahogo, porque me provoca anta indignación que salgan los curas hablando "en nombre de la Iglesia y de lo que es moralmente correcto" de asuntos que no les incumben. Aunque lo nieguen, ellos (la Institución, en general) no puede pretender forzar la conducta de las personas. No deberían ser tan "catolicéntricos" y pretender que todos están pendientes de sus dogmas. Cada quien tiene el derecho y la libertad (dada, oh, por el mismo Dios cuando nos premió con el libre albderío) de actuar de acuerdo con lo que estime conveniente. Después de todo, "yo decidio, y me cuido siempre...".

Rodrigo
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Imágenes ocupadas en este texto:

(1) Hombre y escorpión: parte de una campaña en Francia.
(2) Serpiente y condón: parte de una campaña en China.
(3) Parte de una campaña chilena pasada (más suaves que las anteriores)