25 octubre 2007

"La orientación sexual no es una elección"


Sin un afán de hacer "proselitismo sexual" (si puede llamarse de alguna manera), quiero comentar esta información que llega desde la lejana región de Toscana, en Italia. Se trata de una campaña institucional conta la discriminación sexual. La iniciativa está patrocinada por el Ministerio de Igualdad de Oportunidades de dicho país, y consta de la publicación de esta imagen en afiches y pstales de circulación nacional.

Me parece que el eslogan escogido ("la orientación sexual no es una elección") es muy decidor y decisivo. Muchas veces planteé lo mismo a familiares, amigos, colegas y demases en discusiones sobre la homosexualidad. No tan sólo estuve en desacuerdo en denominarla una "condición" (por lo que "orientación" me parece acertado), sino que -además- siempre pretendí que hubiese alguna instancia oficial para pregonarlo. Y si bien no es en Chile, situaciones como ésta, en un contexto de aldea global, puede reforzar ciertas luchas que se desatan en todas partes del mundo.

La fotografía y el concepto detrás de ella no me parece para nada escandaloso, como reclaman las facciones más conservadoras de Italia (y, seguramente, las de Chile y el resto del mundo). Un bebé que no tiene nombre (que es algo impuesto), pero sí una orientación sexual innata. Sin pretensiones de polemizar sobre el origen de la homosexualidad (porque estoy consciente de que hay muchas teorías comprobables y completamente lógicas), concuerdo plenamente con el responsable regional de la campaña, Agostino Fragai, quien ha señalado que "(la homosexualidad) no es un vicio, y por ello no tiene que ser condenada, ni marginada, ni perseguida".

En un mundo tan grande, tan pluralista y heterogéneo, todas las orientaciones deberían ser reconocidas y respetadas por sí mismas (y no en función de la diferencia que se hace con un referente suuestamente dominante o "mayoritario"). La homosexualidad es una de ellas y en la medida que se vaya viendo con naturalidad (y no con el alarmismo al que estamos acostumbrados, sobre todo en Chile), podemos construir una sociedad mejor que nos acepte a todos.

Rodrigo