03 septiembre 2007

Mis amigos

Mis amigos son mucho más que personas con quien puedo escribirme 100 mails en menos de un día. Por muy anecdótico que parezca ese dato, no es lo que más valoro de ellos.

Pero ¿quiénes son realmente mis amigos? Porque todo el mundo siempre se refiere con palabras bonitas (o ´de cortesía´) a las personas que nos simpatizan, que nos caen bien o nos gustan por algo especial. Y de ese gran conjunto, a la hora del recuento final siempre nos damos cuenta de que la amistad a veces se prostituye en pos del contacto rápido o de la lucha de egos en páginas de diaria retroalimentación. ¿Cuántas veces, por ejemplo, no hemos leído "Hola amigo... pasaba por acá y te dejé un saludo..."?

Mis amigos son pocos. Son aquéllos que, de una u otra manera, han ido creciendo conmigos, superando etapas. Son quienes me han visto reír, llorar, caerme y levantarme. Mis amigos son todos aquellos con quien puedo confiar. Todos aquellos que, a la vez, se interesan por las cosas que me pasan. Mis amigos me tienen confianza. Me cunentan sus cosas y esperan con interés saber lo que pienso al respecto. Son todos aquellos que "se la juegan" cuando los necesito. Todos aquellos que están ahí cuando los llamo. Mis amigos me conocen: saben qué me gusta y lo que no. Conocen mi pasado, respetan mi presente y anhelan un buen futuro. Mis amigos son más que simples aliados: son cómplices, hermanos... mi familia elegida.


El pasado fin de semana viajé a La Serena, junto a dos inseparables amigas: Andreíta y Lobos. Nunca habíamos tenido la oportunidad de hacer este tipo de cosas. ¿El motivo de tal travesía?: el cumpleaños de Loreto, amiga entrañable de la U, que por diversos motivos se fue a trabajar a esos lares. Ella nos invitó a su fiesta y nosotros accedimos gustosos. No era por el glamour del evento ni tampoco por conocer a las más de 100 personas que allí se congregaron. No lo hicimos para lucirnos ni para quedar bien con ella. No. Cada uno de nosotros sintió muy dentro de sí un llamado especial que decía "acompaña a la Toto en este momento". Así fue como tomamos nuestros bártulos y emprendimos rumbo a la tierra de las papayas.

Llegamos como una delegación (en representación de todos los que sintieron como nosotros, pero por diversos motivos no pudieron acompañarno). Sentimos inmediatamente el calor y el agradecimiento de nuestra amiga. Una sonrisa, una palabra de felicidad, un abrazo... todo sirvió para demostrar que los lazos estrán siempre; no importa el tiempo y la distancia: lo que se ha formado entre nosotros, los verdaderos amigos, se mantendrá firme. Yo sentí eso apenas pude ver a la Loreto, quien, entre tantas cosas que debía organizar, se dio el tiempo para compartir con nosotros.


Fue una instancia especial. Me sentí bien, aliviado y feliz (a pesar de que echaba de menos a mi novio). En un escenario distinto (otra ciudad, otras gentes...) estábamos 3 personajes viñamarinos haciendo feliz a una de nuestras amigas. Y eso se sintió. Me gustó que fuéramos capaces de aperrar y decirnos cuánto nos queremos y nos apoyamos mutuamente. Me gustó sentir que el cansancio del viaje había valido la pena sólo para decir un "feliz cumpleaños" personalmente. Me gustó sentir la confianza, las risas... todo.

Fue una bonita experiencia que me llenó de energías. La sensación que tuve fue en extremo placentera y me dio el impulso para sentirme satisfecho por las elecciones que he hecho en mi vida. No es que no lo haya reconocido antes, pero ¡hay que ver que tengo buenos amigos! Y ojo, que esto que escribo ahora es sólo un caso particular. En esta opiortunidad, fueron Andrea, Carola y Toto las que me inspiraron... pero agradezco a la vida la posibilidad de contar con un par de personas más que, leyendo esto, van a poder sentirse parte de lo que describo. Para ellos, un abrazo grande, lleno del más inmenso amor que tengo para ustedes.

Rodrigo

9 comentarios:

Mariely Mardones dijo...

Mijito rico cuando leo todo lo que escribes no dejo de darles las gracias a caro y negra por habernos presentado ese día aquél....aquél que ni yo misma recuerdo, porque no fue un hito, sino que el día que realmente marcó este aprendizaje, fue con trajes de baño, y bronceador, en la playa. En ese momento y en muchos otros las palabras han sobrado y las ganas de compartir nuestras vidas y nuestra realidad suelen estar ahí en el aire y en cada una de las energías que nos transmitimos.

Te quiero mucho y a cada uno de nuestros amigos. El otro día tb reflexioné sobre quienes somos y a quienes tenemos cerca, y sé que todos quienes están en nuestro contexto son las mejores personas que pueden exitir.

Pa todos, los bacances que pasen por acá un abrazo a la distancia.

y lean a ro esta semana en www.elincendio.cl

invitación abierta

Trevolución dijo...

estoy tan emocionada que se me caen los mocos... jejejeje
sorry por haber guateado tanto en el viaje, pero ya tengo claro que la culpa no la tuve yo, sino la ciudad de las papayas que me odia.
estuvo excelente el viaje y la estad�a gracias a la t�a mam� de la tot� (con voz de travesti).
besitos.
p.d. ya te conosco enterito. o ya te conoc�a desde el cumple de la diaz en el deck??

enmovimiento dijo...

Mi niño lindo....
Casi me haces llorar, pero de alegría.
En ti he conocido una persona genial, simpática y un amigo del que nunca me quiero separar.
Te quiero mucho Ro, por lo mismo, nunca borarré aquel mensaje que marcó nuestra amistad en la U.
Fui la primera y eso me emociona.
Te acuerdas que tantas veces te pregunté quien eras? En el fondo yo sé que aunque pase el tiempo siempre, pero siempre vamos a estar conectados pensando en el otro.
Ro dejes de ser esa personita alegre y excelente amigo.
Te quiero mi guachini un besote y abrazo gigante.
Caro

pablo dijo...

Hola RoD

Muchas veces encerrar la amistad en un concepto limita los verdaderos sentimientos y lazos que se forman con el correr del tiempo y tambien de la confianza.

Muchas veces la amistad no se encierra en preguntarle al otro como está....es tan solo advertir en la mirada de aquel que elegimos como tal un lucecita de esperanza o tambien un atardecer que indique preocupacion.

abrazos

que estes bien

yO

Andreita dijo...

Cuando pienso en nuestra amistad recuerdo que por la primera razón por la cual te quise fue por estar después que yo en la lista de curso. Luego te quise más por compartir un momento que marcó mi vida para siempre: estar junto a mi en la jaula de la Cosmonova! que levante la mano quien la quiere, quien la quiere!
Después me acuerdo de una conversación en plaza miraflores, cuando llegábamos de la mano y recién duchados a clases sólo para que la escuela especulara al respecto, nuestra incondicionalidad por La Floripondio, el docu de los jaivas en la U de Valpo - que hizo m.eugenia.mejor.amiga -, tus paseos en paños menores por mi casa, tu abrazo en el portal álamos, y así podría seguir por horas recordando mil cosas que hemos pasado juntos, como los dos morenitos más simpáticos de la vida!
Lindo post! me considero afortunada por tener estos amigos!!!
Creo que me alargue un poquito
Asi que mejor, besote con agarrón
Se le quiere mucho

Andreita dijo...

Ah, y no te vamos a decir nunca con la Lobos que te vimos "como ya tú sabes" mientras dormías

EzLoKhAi dijo...

Hoy me limpie el cabello...
mis lagrimas eso si no bastaron para el resto de mi cuerpo...

Te tinka jugar con migo?

Perdón las palabras negras... es mi tope esta noche.

Te espero en la ronda.. no faltes.

Saludos!

Don Arturo de Quilpue dijo...

Leyendo la entrada de hoy, además de emocionarme porque conozco a tod@s los involucrad@s, me hizo recordar la letra de una canción...

A mis amigos les adeudo la ternura
y las palabras de aliento y el abrazo
el compartir con todos ellos la factura
que nos presenta la vida paso a paso.
A mis amigos les adeudo la paciencia
de tolerarme mis espinas más agudas
los arrebatos del humor, la negligencia,
las vanidades, los temores y las dudas.

Un barco frágil de papel
parece a veces la amistad
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad.
Porque ese barco de papel
tiene aferrado a su timón
un corazón.

A mis amigos les adeudo los enfados
que perturbaron sin querer nuestra armonía.
Sabemos todos que no puede ser pecado
el discutir alguna vez por tonterías.
A mis amigos legaré cuando me muera
mi devoción en un acorde de guitarra
y entre los versos olvidados de un poema
mi pobre alma incorregible de cigarra.


Tal vez alguna vez me la hayas escuchado cantar...

Sé que lo sabés, pero ojalá nunca olvides el enorme tesoro que te has ganado con esos ammigos inmejorables que te quieren tanto.

Manuel dijo...

Qué pena no haber podido ir!!
Me habría encantado compartir con ustedes en la ciudad de los faros e iglesias. Habrá muchas oportunidades más.
Cariños